HOY en esta ciudad hay una herida que solo supura el 22 de abril, cuando hace poco mas de veinte años la ciudad en un radio de 98 manzanas sintió cimbrarse el suelo como una película de ciencia ficción.
Casi nadie menor a veinte años puede siquiera hablar de lo que paso en el sector Reforma en Guadalajara, Jalisco, una mañana del miércoles en semana de pascua, cuando los niños de esa época aún salíamos a la calle a jugar, los videojuegos estaban en locales y a nadie le interesaba estar en su casa en vacaciones. Creo que eso ahora historia antigua :C
Por eso días anteriores algo estaba pasando en la ciudad, un olor fétido, el gas rondaba las calles, los reportes de esto se transmitían a diario, pero las autoridades lo ignoraron con placer, diciendo "que eran imaginaciones de la gente". Eran vacaciones y todo quedó olvidado, menos esa mañana de abril, cuando la tierra se abrió como el fin del mundo, tragándose a lo que estaba a su alrededor, entre autos, camiones y vidas, se dice que vuelves a nacer después de algo así. No es mentira, para algunos de nosotros si lo fue, sobre todo por el horrible silencio que dejaron los ausentes en la zona.
Muchas cosas cambiaron para siempre después de 1992 en Guadalajara, el gobierno, las asociaciones civiles, la manera de ver las instituciones, la composición de las calles de la ciudad, la sensación de seguridad de los tapatíos. Nuestra ciudad no es más lo que era en esos años, para nadie es un secreto que la cifra de los muertos y desaparecidos es solo un maquillaje que pusieron para consolarnos, pero aquellos que perdieron a sus familias o quedaron discapacitados saben muy bien a qué me refiero, esa cifra no es más que una idiotez.
Hoy en los periódicos muestran imágenes de un pasado que parece muy lejano ya, pero 20 años no son nada en la memoria de quienes perdieron mucho, entre ellos la tranquilidad de vivir en un mundo seguro, ahora realizan simulacros de desalojo, pero cuando la casa se cimbra y la calle se abre bajo tus pies poco sirve.
Ah, Feliz día de la Tierra.
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