COMO ES COSTUMBRE en esta ciudad el verano y el inicio del otoño genera diversos sentimientos en los tapatíos,por un lado el calor primaveral disminuye y por el otro la pesadilla a que nos enfrentamos con unas calles anegadas por lluvia,con charcos que son trampas mortales para cualquier peatón,árboles derribados por la fuerza del viento,entre otras cosas.
Pero lo que más sorprendente mientras caminas por las calles de esta ciudad es la cantidad de baches que tienen,montones,como si de una epidemia se tratara,a pesar de que cada año el gobierno invierte el dinero de nuestros impuestos en "mejoras al pavimento" que a la primera caída de agua prueba que el papel del osito es más resistente que el gasto de millones de pesos en personal y materiales cuya calidad nunca es certificada por nadie. Como ciudadanos confiamos un mínimo en nuestras autoridades, los problemas que enfrentamos a diario son demasiados y esperamos que el temporal de lluvias nos sea leve. Nuestro error.
Este año las cosas son diferentes, porque los fenómenos meteorológicos "Ingrid" y "Manuel" arremetieron con furia a gran parte del país, demostrando la necesidad de pensar en lo importante de tener autoridades competentes que estén dispuestas a realizar su trabajo, de mexicanos que tenemos que ayudarnos a superar las dificultades,de entender que el agua es necesaria pero que también es mortal.
Si bien es agradable mirar las tardes nubladas, el cielo azul libre de smog,la lozanía de la flora y fauna, es preocupante que a pesar de la importancia de contar con una buena infraestructura en nuestras calles parece que a ninguna de las autoridades de cualquier administración no les importe. Supongo que son las ventajas de vivir en otro mundo muy diferente a nosotros los mortales.
Saludos y confianza en el futuro.
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