Sin embargo, todos los medios de comunicación mexicanos han entrado en un debate al conocerse la triste verdad: los norteamericanos, paranoicos por excelencia, tienen infiltrados en este país.Como si de criminales se tratara,los habitantes de México somos víctimas de la invasión a uno de nuestros más valiosos derechos, a la libertad de expresión y pensamiento.
Ahora justo cuando alguien publica, comenta e ingresa en cualquiera de las redes sociales disponibles puede ser víctima de la invasión a su privacidad. Esto parece algo tomado de la ciencia ficción, en 1984 de George Orwell, donde el Gran Hermano controla y vigila , queda corto ante el descaro de los norteamericanos que enarbolan la bandera de respeto a los derechos humanos mientras los pisotea.Como si fuera poco, si alguien se atreve a señalarlos de inmediato lo acusan de "enemigo y peligro a la sociedad libre y democrática".
PERO LA VERGÜENZA que más afecta es que los dueños de las redes sociales, que en un acto servil a Estados Unidos entregan nuestros datos sin el mayor respeto. Supongo que la ganancia que obtienen con este acuerdo es lo bastante para que pisoteen a sus usuarios.
¿No es gracioso que Estados Unidos cuide a quienes usan las redes sociales con tanto empeño mientras adquirir un arma en su territorio es tan fácil como ir al cine?